jueves, 21 de mayo de 2009

La gallina de los huevos con tocino


Juan, el granjero, no lo podía creer: los huevos de Pina, la gallina, cuando se rompían sobre la sartén, salían del cascarón con rebanadas de tocino. En ese momento, supuso que se volvería rico con ese portento.

Fue por ello que corrió feliz al gallinero gritando:

“¡Pina, mi hermosa gallina Pina, pone huevos con tocino! ¡Nos volveremos ricos en poco tiempo!”

Todos los animales de la granja demostraron su alegría a su manera: mugiendo, relinchando, balando, piando…

Todos menos tres.

Al día siguiente, Pina la gallina y Nico, el cerdo, amanecieron muertos…a picotazos.

Juan supo enseguida que se trataba de un crimen pasional: Kiko, el gallo, había vengado su afrenta matando a la infiel Pina y a su porcino amante.