martes, 7 de junio de 2011

Pésimas noticias


De tanto observar a los humanos, aquel grupo de duendes y hadas que administraba la aldea encantada por mandato mayoritario de los ciudadanos, decidió que necesitaban más presupuesto para ejercer mejor sus responsabilidades.

Después de una reunión de cabildo, se aprobó aplicar el Impuesto al Valor Agregado a todas las transacciones de setas, de bellotas y de nueces.

También consideraron procedente el Impuesto sobre las Utilidades, y otro para gravar las propiedades, aunque éstas fueran en régimen de condominio arborícola.

Generaron un Ministerio de Hacienda para evitar evasores, y empoderaron a decenas de auditores para asegurarse de que nadie dejase de cubrir sus impuestos.

La vida en el mundo fantástico perdió su encanto, y todas las criaturas que ahí habían vivido durante milenios optaron por emigrar al Bosque Mágico, sin saber que el Ogro Gruppp y la Bruja Anacleta cobraban tarifas elevadas como permiso de residencia a los inmigrantes.

La contaminación humana había desgraciado todo, absolutamente todo.