EL GRAN UNIVERSO
Los humanos somos tan pequeños, limitados y
necios, que ni siquiera lo podemos percibir. Vivimos ciegamente en una de sus
muchas capas, pensando que no hay mucho más que eso, a pesar de la enorme cantidad
de información, de interacciones y de encuentros cercanos que tenemos con seres
de las otras capas del Gran Universo.
¿Cuáles son las otras capas?
Son nueve, ni una más ni una menos. ¿Por qué
nueve? Simplemente porque así lo decidió quien puso el Gran Huevo.
I CAPA
DE LOS SERES MÁGICOS
Es aquella en donde habitan las hadas, los
duendes, las xanas, los gnomos, los dragones, los orcos, los delfos, Harry
Potter, Peter Pan, Drácula, los vampiros, los hombres-lobo, etc.
II CAPA
DE LOS SERES MITOLÓGICOS
Ahí viven los dioses del Olimpo griego, del
egipcio, del asirio, etc.: centauros, sirenas, sátiros, sílfides, Pegaso, las
musas y las horas, los nivelungos y las valquirias, Quetzalcóatl, Inti y muchos
otros seres de otras mitologías que alguna vez pretendieron regir el Gran
Universo.
III
CAPA TRIDIMENSIONAL
En ella vivimos los llamados terrestres y
extraterrestres: seres sólidos y semisólidos que nos movemos con torpeza por la
limitación impuesta por el escaso grado de libertad que nos brinda el hecho de
pertenecer a un mundo de tan sólo tres dimensiones. Algunos somos agradables;
otros no.
IV CAPA MULTIDIMENSIONAL
Hay en esa capa una enorme cantidad de
dimensiones, pero los seres que la habitan dependen de su ubicación en ella.
Por ejemplo, los Puntos están en la dimensión “cero”, condenados a ser puntos.
Tienen vida e ilusiones –como nosotros-, pero la dimensión “cero” es
terriblemente limitante, y no les permite moverse ni manifestar su existencia.
Así, en la siguiente dimensión (la “uno”),
están las Líneas, que pueden moverse hacia un lado o hacia el otro, pero nada
más. En la dimensión “dos” están los Planos, con un poco más de libertad de
movimiento. Nosotros vemos a los Puntos, a las Líneas y a los Planos, pero
ellos –desde su limitada capa dimensional- no pueden percibirnos, así como
nosotros -seres de la dimensión “tres”-
no podemos ver a los de la “cuatro”, “cinco” o superiores. Éstos nos conocen
perfectamente, y nosotros ni siquiera los concebimos.
V CAPA
DE LOS SUPERHÉROES
En ella viven Superman, Spiderman, Batman y
Robin, Super Ratón, Gatúvela, los Power Rangers, las Chicas Atómicas, la Mujer Maravilla y muchos otros
seres creados por quien puso el Gran Huevo para eliminar la
Gran Maldad , tan frecuente en el Gran
Universo.
VI CAPA
DEL PECADO Y DEL ARREPENTIMIENTO
En esta capa viven seres curiosos que se la
pasan espiándonos. Alguna vez se autonombraron “rectores morales” del Gran
Universo. Pertenecen a ella criaturas como Satanás, Alá, Changó, Jehová, Dios,
Shiva, etc., junto a una gran cantidad de sus chismosos seguidores: querubines;
cupidos; arcángeles; serafines; demonios aéreos, terrestres y acuáticos; etc.
VII
CAPA PROBABILÍSTICA
Pertenecen a ella extrañas criaturas capaces
de alterar las reglas del Gran Universo de manera inesperada y temporal. Entre
ellos están las Oportunidades, las Circunstancias (montando siempre en sus
corceles denominados Vientos Circunstanciales), las Casualidades, las Razones
de Ser, el travieso Destino, etc.
VIII
CAPA DEL OJALÁ
Viviendo en esta capa se encuentran los
Sueños, los Deseos, las Esperanzas, Santa Claus, las Creencias, los Ensueños,
las Ilusiones, el Ratón Pérez, los Reyes Magos, etc.
IX
CAPA DE LOS DIFUNTOS
En ella viven todos los seres mortales del
Gran Universo que ya murieron. Ahí acabaremos nosotros y muchas otras
criaturas. Aquí encontramos espíritus de todo tipo, espectros, fantasmas y
criaturas semejantes.
REGLAS QUE RIGEN AL GRAN UNIVERSO
Rigen al Gran Universo las siguientes leyes:
i
Todas las capas del Gran Universo son reales y están en alguna parte del
Espacio-Tiempo que concibió quien puso el Gran Huevo.
ii
Todas las criaturas antes mencionadas tienen asignado y garantizado un
lugar en el Gran Universo, gracias a la magnificencia de quien puso el Gran
Huevo.
iii
Todas las criaturas posibles existen. De eso se encargó quien puso el
Gran Huevo.
Cuando pensamos que nosotros creamos a esos
seres, en realidad lo único que hacemos es permitirles –con la fuerza de
nuestro Vehículo Imaginación- pasar de su capa a la nuestra.
iv
Todos podemos interactuar con seres de capas diferentes. Lo que pasa es
que no todos dominamos la
Tecnología o los Vehículos apropiados para lograrlo.
v
Toda interacción entre seres de capas diferentes genera necesariamente
una afectación mutua.
Por ejemplo, si soñamos que montamos a Pegaso,
en realidad lo hacemos, Así, él lo disfruta (le encanta galopar los cielos con
un jinete a bordo) y nosotros nos despertamos satisfechos.
VEHÍCULOS PARA IR DE UNA CAPA A OTRA
En el Gran Universo existen muchos Vehículos
que nos permiten desplazarnos, y algunos de ellos, en determinadas condiciones
(autorizadas siempre por quien puso el Gran Huevo), nos permiten pasar a otras
capas. Una lista no limitativa de Vehículos Autorizados por quien puso el Gran
Huevo es la siguiente:
La imaginación
Los automóviles (de cualquier marca y modelo)
Las alas (con plumas, membranas o incluso
metálicas)
El Viento Solar
Las carretas
Los trenes
Los aviones (con velocidad menor a Mach 2)
La gravedad
La magia
Los agujeros negros
La inercia
El amor (particularmente cuando no existen
suegras involucradas)
La voluntad
La ira
La amistad
El viento (incluidos brisas, tifones, tornados
y huracanes)
ORIGEN DEL GRAN UNIVERSO
Se sabe que todas las capas que conforman el
Gran Universo nacieron al mismo tiempo de un Gran Huevo, pero no se tiene claro
quién lo puso: ¿un ave? ¿una cocodrila? ¿una dinosauria? ¿una dragona? Este
último punto es causa de muchos conflictos entre los habitantes del Gran
Universo.
También se sabe que, cuando el Gran Huevo
eclosionó, apareció dentro de Él una Gran Cebolla (de color rojo claro). En
ésta están contenidas las nueve capas antes mencionadas.
Cualquier otra aseveración acerca del origen
de nuestro Gran Universo contenido en la Gran Cebolla (de color rojo
claro) de nueve capas que apareció al eclosionar el Gran Huevo, es mera
especulación. Así, Todo, absolutamente Todo, queda debidamente explicado.