Todo empezó con un hada que, por cosas de la vida pasó, demasiado tiempo en el mundo real entre nosotros.
Cuando regresó de vacaciones al mundo de la fantasía, acusó al duende Urian de ser infiel a su mujer.
Después difamó al hombre lobo argumentando que cazaba sin hambre, simplemente por diversión; hizo comentarios acerca del hobbit acusándolo de enriquecimiento ilícito; y difundió rumores de que cierta musa había perdido la virginidad con su autor de cuentos.
Generó tal cantidad de chismes y comentarios indeseables, que finalmente el comité de honor de la sociedad de seres fantásticos, para deshacerse de ella y a modo de sanción ejemplar, después de muchas deliberaciones, la condenó a convertirse para siempre en un ser humano.
