La esencia llegó de los grandes espacios vacíos del universo justo para anidar en un agujero hueco e inmaterial en el medio de la nada. Su pensamiento estaba en blanco, así que decidió dormirse, y soñó con grandes extensiones desiertas, sin arena, sin seres vivos, sin paisaje y sin horizonte. Ni ella misma aparecía en su sueño sin sentido.
Finalmente, bostezando, reconoció que su vida carecía por completo de razón de ser.
jueves, 3 de julio de 2008
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