Cuenta una vieja leyenda shipiba que hace muchísimos años, una tribu entera de humanos fue convertida en delfines de río (bufeos) por no haber querido entronar a una vieja hechicera, y que desde entonces sus descendientes pueblan alegremente el caudaloso río Ucayali y sus afluentes.
La misma leyenda dice que, cuando hay fiestas en los pueblos ribereños, los actuales bufeos se convierten en humanos y acuden discretamente a los bailes sin ser descubiertos.
Uno de ellos es Shinaan, un bufeo rosado, quien aprovecha, mientras sus compañeros bailan, para amar a Panshin, su bella y querida novia humana.
Dicen que los bufeos, antes de volver al río, leen los periódicos de los hombres, y así regresan al agua muy contentos, agradeciendo a aquella vieja hechicera que condenó a sus ancestros a ser delfines y no humanos, quienes son los culpables de muchas cosas desagradables que ocurren en nuestro mundo.
domingo, 25 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Quién dera a mi también ser bufeo rosa.
Publicar un comentario