Todo iba muy bien.
Todo era miel sobre hojuelas.
El optimismo desbordaba.
Las expectativas eran excelentes.
La certeza era absoluta.
Todo era seguridad en el entorno.
La esperanza no dejaba lugar a dudas.
La ilusión cristalizaba.
La fe era impresionante.
La credibilidad era total.
Todo lucía maravilloso…
…hasta que el Desengaño –muriéndose de la risa- apareció en escena.
jueves, 23 de mayo de 2019
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