martes, 17 de febrero de 2009

Estética alterna


Había que cambiar urgentemente la apariencia de nuestro mundo, pues se sabía que estaban por llegar de muy lejos unos muy importantes seres extraterrestres, y como estaban las cosas, encontrarían un planeta Tierra horrible, totalmente diseñado y dibujado por los desparpajosos y malhechotes seres humanos.

Debido a lo anterior, la COTEREXT (Comisión Terrícola de Recepción de Extraterrestres) decidió convocar a todos los bienhechos del mundo a un concurso para redecorar el planeta de manera inmediata.

Los primeros de ellos en acudir a la histórica convocatoria fueron los garabatos, que con su estilo simplón y sus crayones de colores, pintorrajearon todas las paredes de la Tierra muy a su gusto.

Cuando buena parte de los espacios libres del mundo estaban ocupados por los garabatos multicolores y retorcidos, aparecieron los alebrijes, con sus monstruosas y coloridas apariencias. Se colocaron delante de todas las paredes pintorrajeadas por los garabatos, al extremo que ya muy pocos de éstos lograban ser vistos.

Centenas de chuscos y mal conformados monigotes decidieron que ni los alebrijes ni los garabatos tenían derecho a cubrir la faz de la Tierra con sus insignias y figuras, por lo que empezaron a pintar bigotes, parches de tuerto y manchas negras en los blancos dientes de las modelos a todas las fotos de la publicidad en el planeta. Muy pronto toda la Tierra quedó completamente monigoteada.

Parecía que los monigotes impondrían finalmente su estilo, cuando de pronto llegaron los adefesios, todos ellos espantosos y dispuestos a ser la cara sonriente del mundo ante los inminentes visitantes alienígenas. Para ello maquillaron de manera horrible sus espantosas faces, y sustituyeron con ellas todas las caras de los modelos de la publicidad, mismas que habían sido previamente “retocadas” a su gusto por los monigotes.

“¿Quiénes podían ser más decorativos que nosotros para darle la correcta bienvenida a nuestras adorables visitas extraterrestres que están por venir?”, comentaban felices entre ellos todos los adefesios.

Y cuando éstos empezaban a celebrar que, gracias a ellos, los próximos visitantes se llevarían una excelente impresión de la Tierra, de la nada aparecieron los últimos convocados, los esperpentos, que llenaron hasta el último rincón del planeta con sus creaciones de pésimo gusto, superando (según ellos) definitivamente a todos los demás bienhechos.

La COTEREXT deliberaba acerca de quiénes serían los ganadores del certamen, cuando recibió un mensaje de la cancelación de la visita de los extraterrestres. Declararon el concurso vacío por carencia de objetivo.

Los bienhechos, todos ellos muy frustrados, decidieron regresar a sus lugares de origen, y así los abominables seres humanos retomaron lamentablemente la responsabilidad de la imagen externa de nuestro mundo.