jueves, 19 de abril de 2012

La adorable sirenita del río Mosa


Es del conocimiento universal que en el río Mosa existen – desde hace miles de años- preciosas sirenitas que se ocultan temerosas de los pavorosos argutixes que pretenden atraparlas para llevarlas al alto Danubio, en donde las encadenan, las violan y las embarazan con hijos indeseables que las devoran poco a poco desde sus entrañas.

Nosotros no sabemos -pero ellas sí- que la única opción que tienen para liberarse de esta maldición es que un escritor de cuentos fantásticos les dé algún papel en alguna de sus historias, y que éstas sean publicadas oportunamente en algún lugar relevante de la Internet.

Una vez hecho esto, quedan liberadas por siempre de la riesgosa maldición que les generó el brujo Rataplán, padrino de los indeseables argutixes, resentido porque Mardaliux, la madrina de las sirenas, no quiso convertirse en su esposa.

Fue por eso que Alina, la sirenita, habiendo escuchado los rumores de que un escritor de cuentos fantásticos pasaba circunstancialmente por Lieja, decidió nadar a contracorriente hasta ese lugar, esperando que éste estuviese hospedado en algún hotel con vista al río Mosa.

Y el milagro se dio: justo cuando el escritor de cuentos fantásticos se acercó a la ventana de su hotel en Lieja, Alina, la pequeña sirena, salió del agua deseando que él estuviese presente.

Y así ocurrió.

Los pavorosos argutixes que tras de ella andaban, percibieron que la laptop del escritor se activaba y escribía el título de su siguiente cuento: la adorable sirenita del río Mosa.

Una vez que el cuento fue publicado en la Internet, los asuntos de Alina dieron un giro definitivo.

Hecho lo anterior, los argutixes decidieron replegarse hasta los Alpes, y dejaron en paz –para siempre- a la adorable sirenita.

Entonces Alina, eternamente agradecida al escritor de cuentos fantásticos, pudo nadar el resto de su vida en el río Mosa, sabiéndose además el personaje principal de un agradable y trascendente cuento de sirenas publicado en la Internet.