jueves, 2 de abril de 2009

La pompa de jabón perfecta


Ella estaba segura de dos cosas:

La primera era que ella conformaba la pompa de jabón más perfecta que había jamás existido, simplemente porque había sido generada por un astronauta ocioso en la Estación Espacial Internacional, y, ante la ausencia total de gravedad, su esfericidad era perfecta.

La segunda era su plena conciencia de que las pompas de jabón, cualquiera que sea el lugar en donde se formen, tienen una vida de unos cuantos segundos.

Y entonces, antes de poder desplegar un sólo gramo de su justificada vanidad, sintió como su cuerpo reventaba, salpicando de jabón los alrededores del laboratorio orbital con toda su magnificencia.