miércoles, 24 de marzo de 2010

El cumpleaños de la sonrisa


Desde hacía ya varios meses, la Sonrisa esperaba impaciente la fecha de su cumpleaños para hacer su fiesta e invitar a todas sus amistades, cercanas y lejanas, e incluso a algunas emociones con las que era aparentemente incompatible o que le habían manifestado su enemistad. Como sea, era una Sonrisa sincera y deseaba que todos fuesen sus amigos para así extender su agradable influencia en este mundo.

La fiesta se llevó a cabo en el Palacio de la Felicidad, si bien algunos de los invitados renegaron que el evento se llevase a cabo en ese lugar, en vez de hacerlo en el Salón del Aburrimiento o en el Hostal del Fastidio, lugares bastante frecuentados por las emociones y con suficiente aforo para este tipo de celebración.

Como sea, los invitados empezaron a llegar al Palacio de la Felicidad, en donde eran recibidos personalmente por Sonrisa, que manifestaba su placer de oreja a oreja en esta ocasión tan significativa.

Animaba la celebración con su música el grupo Buenas Vibras, integrado por Entusiasmo en la guitarra eléctrica, Gozo en la batería, Placer en el piano, Alegría en el bajo y la maravillosa Hilaridad como cantante.

Los primeros en llegar fueron los hermanos Amor, Afecto, Cariño y Ternura, que dieron a Sonrisa muchos besos y abrazos melosos y prolongados.

Con la boca abierta por la solemnidad de la fiesta llegaron Sorpresa y Fascinación, junto con su impaciente hermana Ansias, que quería que todo empezase inmediatamente.

En un momento dado, Nostalgia pidió al grupo musical que le permitiesen cantar una melodía en recuerdo de un amigo que estaba lejos de tiempo atrás. Fue muy aplaudida, sobre todo por Pena, Tristeza, Amargura y Desdicha, que dejaron un enorme charco en el piso con sus interminables lágrimas.

Llegó el momento de abrir los regalos. Curiosidad pidió a los invitados que abriesen bien los ojos. La mayoría de ellos disfrutaron de la felicidad de Sonrisa mientras descubría el contenido de las cajas de mil tamaños y con moños de colores.

Pero no todo fue agradable en la fiesta, pues, por más que quisieron comportarse a la altura de las circunstancias, los hermanos Odio y Rencor dieron la mala nota con regalos fuera de lugar, como fueron un dedo humano sangrante (que Sadismo disfrutó muchísimo) y un frasco lleno de orines (que Asco aplaudió hasta el cansancio).

En ese momento aparecieron Sobresalto y Confusión, felices de ver lo que estaba ocurriendo.

Simpatía trató de distraer a los asistentes con sus múltiples encantos, ayudada por la esplendorosa Atracción. Gracia las ayudaba en este trance, pero en ese momento apareció el oportunista Resentimiento a manifestar su punto de vista negativo.

Sonrisa luchaba por no desplomarse anímicamente por lo que estaba ocurriendo. Admiración se le acercó y la abrazó fuerte, para evitar que aquella llorase y la fiesta se fuese a pique.

Celos y Envidia se morían de la risa, pues desde que llegaron deseaban que todo terminase mal.

Duda, Miedo, Temor y Angustia se apoderaron de la escena, pero no sabían qué hacer, hasta que Pavor les dijo que hiciesen caso a Pánico y generaran una inclemente huída junto con los demás invitados.

Afortunadamente, Cordura pidió a Pasión que se moderase. Ésta abandonó ofendida el salón de fiestas junto con Enojo, Vergüenza y Antipatía.

Finalmente, todos los que decidieron quedarse aplaudieron agradecidos a Sonrisa, que recuperó su aplomo cuando Satisfacción y Orgullo la abrazaron con fuerza.

El grupo musical Buenas Vibras siguió tocando música alegre hasta la madrugada, y todos los invitados olvidaron el desagradable incidente, y así pudieron disfrutar de una excelente velada en el salón principal del Palacio de la Felicidad.