jueves, 17 de junio de 2010

La caja de Pandora en el siglo XXI


Los Males de Siempre, encerrados en la caja de Pandora, estaban de verdad preocupados.

Ellos eran una versión terrible de lo que le había pasado a la humanidad durante muchos siglos, pero el Fantasma de la Obsolescencia erosionaba todo en este universo. Todos ellos lo sabían.

Así era: la Vejez, la Enfermedad, la Fatiga, la Locura, el Vicio, la Pasión, la Plaga, la Tristeza, la Pobreza, el Crimen, así como otros Males menos relevantes (como el Chisme y la Arrogancia), vivían muy angustiados ante los rumores que provenían del exterior de la caja.

El problema de ellos era el presente y todo lo que éste implicaba.

Efectivamente, si a Pandora se le ocurriese abrir su caja en pleno siglo XXI, ni ellos mismos podrían sentirse seguros.

Sería muy probable que la Contaminación Perversa penetrase, en el momento en que Pandora la abriese, en aquel privilegiado rincón clásico y apetecible desde donde siempre habían sido una amenaza tremenda para la humanidad. Era obvio que si eso ocurriese, todos ellos se verían desplazados.

Nuevos Males, más actualizados y poderosos, que de alguna manera habían nacido en libertad y que se habían desarrollado plenamente en el exterior de la caja, amenazaban incluso su supervivencia.

¿Qué pasaría si el SIDA, la Pederastia, el Narcotráfico, el Terrorismo, la Polución y los Políticos aprovechasen el momento en que Pandora abriese la caja y entrasen en ella?

Los Males de Siempre decidieron entonces designar formalmente a un comité para rogar a Pandora que los dejase para siempre encerraditos en aquella dulce caja que otrora fuera una pesadilla para la humanidad.