lunes, 13 de abril de 2009

Ceguera cósmica


Renegamos del tiempo, de su paso irremisible, de lo que nos desgasta y envejece, de que la vida nos deja atrás y nos acaba.

Pensamos egoístamente en nosotros, en nuestra situación de mortales, en lo corta que resulta nuestra efímera existencia.

Pero nunca nos preguntamos por el Tiempo, esa triste criatura esclavizada por el Universo con un objetivo para nosotros incomprensible, condenada a arrastrar millones de mundos y de seres de todos los reinos imaginables, un ente difícil de entender que no puede descansar ni bajar el ritmo, que no puede detenerse, que nos lleva hacia un destino que tal vez ni siquiera él conoce, ni sabe al final cuáles serán las consecuencias.

Todo lo que cabe del Tiempo en nuestro minúsculo cerebro de humanos es ver el paso de las horas en las manecillas de nuestro irrelevante reloj, y el paso de los días y años en nuestro patético calendario.

Es enorme y denigrante nuestra ceguera cósmica.