miércoles, 6 de mayo de 2009

Edipo y el virus


Era un virus de buena cepa, generado en condiciones óptimas, por lo que era muy sano de mente y, sobre todo, bien intencionado.

No deseaba perjudicar a ningún otro ser. De haber sido humano, habría sido un prohombre, un luchador por los derechos humanos, un ecologista de peso…pero lamentablemente nació virus.

Quiso luchar en contra de su propia naturaleza, prometiéndose muchas cosas buenas, como no mutar en formas más dañinas; como no convertirse en epidemia.

Pero cuando estuvo al lado de aquella deliciosa molécula de ADN humano, su apetito lo rebasó.

Envolvió sin desearlo al ácido nucléico, y se reprodujo a sí mismo en contra de su voluntad.

En muy poco tiempo, la Organización Mundial de la Salud declaró pandemia: nuestro virus, igual que Edipo, había sido víctima de su propio destino.