lunes, 4 de febrero de 2008

Cómo preservar a una pompa de jabón enamorada



Si bien ella ya reconoció que está totalmente enamorada, el tema no está para nada resuelto.

Una pompa de jabón, por muy seducida que se encuentre, no deja de ser sutil, frágil e inestable.

Así, debo conservarla en un frasco de cristal de antimonio, cuyas paredes interiores deben ser forradas de pétalos de rosa. Pero no de cualquier rosa.

Las rosas de Castilla, las índicas, las gálicas, las de Bourbon y las floribundas, pueden resultar demasiado ásperas para una pompa de jabón enamorada.

Los duendes expertos en preservar pompas de jabón enamoradas, recomiendan forrar el interior de los frascos-cautiverio con pétalos de rosas poliantha, así que tuve que viajar hasta Camboya para encontrar una rosa con pétalos nacarados, lo suficientemente tersos como para no dañar la finísima película de amor con que está conformada mi amada. Así es esto de estar enamorado de algo tan tenue, tan etéreo, tan volátil.

Espero que mi amada encuentre su rósea prisión satisfactoria, mientras yo encuentro al forma de volverla a su original forma de mujer enamorada que tanta falta me hace, que de verdad tanto extraño.

2 comentarios:

es dijo...

que aquí se extiende en un círculo perfecto de uniòn.

la chica maravilla dijo...

!Qué bello!